Fira de Salàs

El domingo pasado estuvimos en la Feria de Salàs. Cuando llegamos, ya habían comenzado las danzas tradicionales, así que nos sumergimos por completo en ese ambiente. Pero antes de empezar, permítanme contarles la historia de cómo un pueblo pequeño en el Pirineo catalán se convirtió en el segundo escenario más famoso después del Molino de Barcelona.

La Guardia Civil con una cabaretera 

En el siglo XIX, se celebraba la feria de animales de pie redondo, donde se vendían burros y caballos. Venía gente de Andorra, España, Francia y Portugal. El pueblo estaba lleno de actividad, con calles llenas de animales y comerciantes. Sin embargo, cuando la gente comenzó a usar tractores en lugar de animales, la feria perdió importancia y finalmente desapareció. En 2003, se creó el Proyecto Boer para revalorizar el patrimonio inmaterial del pueblo y reactivar la economía. Y por eso fuimos allí el fin de semana pasado.

Actuaciones en la calle
El domingo, después de desayunar, fuimos al Café Salón para ver el Cabaret. Llegamos tarde y el primer acto ya había terminado. La gente salía en masa del café y la Guardia Civil se plantó en la puerta. Al final, nos dejaron entrar.

Un burro

El Cabaret
De repente, salió un hombre con un exuberante bigote y una chaqueta de lentejuelas rojas. Presentó a las chicas y comenzó el espectáculo. Un desfile de chicas con ropa espectacular desfiló por el escenario cantando y bailando canciones de antaño.

La feria

La feria
Realmente nos lo pasamos muy bien. Después fuimos a pasear por la feria, donde había muchas paradas con productos artesanales, desde queso hasta cerveza. También estaban los panaderos del pueblo y pudimos probar panes árabes. Al final de la feria, frente al mirador, había un par de paradas con burros. No sé si eran solo para dar ambiente o si los estaban vendiendo. La verdad es que me dieron un poco de pena los burros allí, aunque eran muy mansos.

La muestra de bestiario 

Muestra de Bestiario
En medio de toda esa multitud, comenzó a sonar la música y apareció un enorme caballo de cartón piedra acompañado de músicos. Iba a la cabeza de la comitiva, seguido de más caballos y niños con más músicos. Era la muestra del bestiario que representaba el antiguo esplendor de la feria.

Tiendas-Museo
Además, durante toda la mañana, pudimos visitar de forma gratuita todas las Tiendas-Museo. En Salàs, a través del Proyecto Boer, se habilitaron algunos locales vacíos para recrear tiendas antiguas con la ayuda de la colección de Francesc Farràs. Si les gustó la feria, les recomiendo que vengan el próximo año. Si tuvieron la suerte de asistir este año o en años anteriores, pueden comentarlo. Durante esta semana, estaré publicando en Instagram las fotos de la feria con el hashtag #salasidt. Les invito a que también lo utilicen.



Si os ha gustado la feria os recomiendo que vengáis el año que viene. Si habéis tenido la suerte de estar este año, u otros años, podéis comentarlo. Durante esta semana iré colgando en Instagram las fotos de la feria con el hastag #salasidt, os invito a utilizar el mismo hastag.  

Adriana


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