Hazte tu kimono

El tiempo nos dio una sorpresa ¿Por qué hacía tanto frío de repente? Pensé que era el momento definitivo para hacer ese kimono que tanto deseaba desde Semana Santa. ¿Un poco tarde, no, querida? 

¡Que más da! La cuestión era hacerlo. Un kimono es algo muy fácil de hacer, así que si estáis empezando os lo recomiendo. El único problema es que es muy pesado, pero ya vereis que no tiene complicaciones. Una vez más en estos temas me metí en "Mi primera máquina de coser" que Laura ya había hecho un kimono.

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Como no me quería complicar la vida y era más bien un experimento cogí un retal de ropa que tenia por casa, me medí la cadera y la dividí entre dos. Entonces me dí cuenta que tenia más o menos las mismas medidas que Laura y me asusté porque ella es una chica más bien delgadita. Pero decidí arriesgarme y aprovechar al máximo ese retal (como siempre). 

Cuando corté la tela me quedaron cinco trozos. El más grande es para la espalda, tan largo como fuera la tela y de ancho 60cm, para mí demasiado pequeño, con 70cm hubiera ido mejor. Luego los dos delanteros, que tienen que ser 35cm de ancho pero con dos centímetros más para hacerle el dobladillo, por lo tanto 37cm. Y por último las dos mangas de 15cm, de aquí lo unico que me arrepiento es que la abertura sea demasiado grande. Recordad que necesitáis un centímetro de costura. Y os recomiendo que cojáis mejor las medidas de Laura y las adaptéis a vuestra talla.

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Una vez cortado el resto es muy fácil. Primero sobrehilamos todos los tozo. Les hacemos el dobladillo a las dos partes del delante, yo hice un centímetro para dentro y luego otro, el de toda la vida. Unimos las dos partes de delante con la trasera por la parte del hombro. Por otro lado cierras las mangas y mides al abertura, según Laura 30cm. Y coses las partes delanteras con las traseras por el costado dejando espacio para las mangas, esos 30cm. 

Por último, esto ya me costó más, fue coser las mangas al cuerpo. Marqué la mitad de la manga y lo aseguré con una aguja a la costura del hombro. Entonces fui poniendo agujas a todo alrededor y cuando lo tuve asegurado lo pase por la máquina.

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Cuando ya tuve el kimono hecho llego el momento de la decoración. Me encantan los kimonos con flecos. En catalán me encanta el nombre: se llaman "serrells". Los cosí en las mangas y en el bajo del kimono así me olvidé de coser el dobladillo. ¡Quedó genial!

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