Renfe y sus desafíos de horarios y seguridad

La última gran noticia de Renfe fue este verano con el accidente en Santiago de Compostela. Hay muchas leyendas sueltas al respecto, tanto que se podría hacer un thriller. Hoy vengo aquí para darles otro enfoque.



Esta primavera, conocí un caso de una chica que viajaba con su grupo de amigos en un Álvia. Al llegar a su parada, fueron saliendo uno por uno. Cuando llegó su turno, el tren cerró las puertas arrojándola a las vías. Por suerte, uno de sus amigos que se había quedado atrapado dentro del vagón dio la alarma para que el tren no arrancara. La conclusión de este afortunado accidente es que Renfe tenía que cumplir unos horarios supuestamente para sus clientes, pero al final fue uno de estos quien terminó en el hospital.

Relacionando esto con la noticia del accidente de tren en Galicia este verano, es probable que Renfe estuviera yendo tarde, por lo que iba a una velocidad mayor de la necesaria y las consecuencias no fueron tan afortunadas como en el caso anterior.

A pesar de estas peripecias, Renfe sigue sin cumplir los horarios. La infraestructura está obsoleta y el sistema congestionado. Si quieres unos mínimos, los pagas como si fueran de lujo, aunque luego llegues tarde incluso en un Álvia.

Pero hay luz al final del túnel. Llegué 45 minutos tarde y al ingresar en la página web de Renfe para reclamar, me devolvieron el dinero. En ese aspecto, gracias. Y si desean un buen servicio, no tomen el tren.

Adriana

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